miércoles, 6 de noviembre de 2013

La Multiplicidad y El Reflejo


La multiplicidad y el reflejo


Cuando las cosas se doblan por la mitad, se tiene la sensación de que algo en ese objeto se multiplica, no se sabe porqué, quizá sea ilusorio pero la experiencia interior que descubrimos es real.

Para mí la multiplicación de las cosas siempre ha sido un tema fascinante. La primera noción que tengo sobre la multiplicación viene muy del pasado, de ese pasaje bíblico sobre la multiplicación de los panes y los peces, la cual fue posible  solo mediante la división en porciones del pan y los peces, a mi corta edad fue algo que dejo huellas duraderas. Siglos después, (o antes, si vemos la historia del mundo y no la nuestra, el uso del espejo en otros materiales como el metal, sucedió  más de un milenio A. C según se dice hay indicios) a imagen del agua se inventó el espejo, del  término latín  specullum, en el cual pueden las personas observar su imagen y a la vez, sentirse seres diversos.

Se edificaron ciudades a la orilla de ríos, lagos o mares. Se construyeron casas y ventanas en las casas para dejar entrar  luz y seguir recordando el agua. Más tarde se edificaron rascacielos, todos cubiertos de vidrios y espejos, estructuras tan altas y cruciales en localización dentro de una ciudad, que los reflejos mostraban todo lo de alrededor, incluso se podía ver el cielo en las paredes de las mismas, y los hombres se maravillaron de ver que los edificios, vistos por medio de otros edificios,  producían la multiplicación de estos, los rascacielos se multiplicaron, el mundo se abría.

Los reflejos crean la visión de multiplicidad, por medio de reflejos podemos ver lo que no alcanzan a ver nuestros ojos por sí solos, y es de ese modo que el reflejo tiene un valor especial para mí.



Beatriz Osornio Morales.


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