Quiere la tarde dormir
la lluvia de tres días
que se duerma en el
remanso del corazón que sueña,
y cuando llegue la
zozobra, la pesadilla, la humedad
exorcice los monstruos
del cuerpo,
que se consuma la calidez en los poros.
Que duerma la lluvia hoy
mañana y el siguiente
mañana,
que se duerma la
lluvia en una canción de cuna
no aprendida,
que sueñe la música de
las gotas
en la piel desnuda al
crepúsculo.
Quiere dormir la
lluvia en mis labios
y despertar la
nostalgia de mil noches contigo.
Beatriz Osornio Morales IMAGEN de la red