lunes, 5 de noviembre de 2012

Después del humo y el violeta





No sé cómo llegue hasta aquí

Me encuentro en la zona del índigo, creo

que mientras fumaba,

un cometa arrastró en su vuelo mis sueños

no es delirio, y en esta campana de resonancias frías

de abedul nocturno, de amor partido,

el humo se extingue y el aire va clareando poco

a poco, tirando al azul de su transparencia.


Ahora puedo ver que el índigo

también es parte del arco iris.



Beatriz Osornio Morales, imagen de Alej Dark


Entrada destacada

Sin que la noche sepa

  Plantaré flores sin que la noche sepa, lejos de todas las ausencias. Porque aún siento la oscuridad reírse en  mí,  con sorna, de lo cómic...