Vacío
Invernal
Esta sombra que se mueve conmigo
me conforta, dice
que no todo es
desolación en el vacío.
La espesa nieve un
día se derrite
con la salida del
sol,
ancestral latido
universal.
El todo es un vapor
gris.
“Eres vacío” le insulto.
Pero la luna llena
en el tocador me contradice.
Otro día se rompen
las paredes
de la respiración,
y queda el aire
interior en libertad.
El ave tiene una
casa de árbol,
la nieve fluye
y el corazón vive
en las palabras.
Las palabras a
veces invernan,
dice la sombra corta,
mas sólo duermen
en su lento
crepitar de sueño,
esperando que un
nuevo sol
o su labio amoroso
de maldición bien
aprendida,
sople su halo
de tierno ámbar al
oído.
Las sombras se reaniman.
Imagen y texto: Beatriz Osornio Morales.