martes, 29 de mayo de 2012

Huellas

Hablo de un sueño
porque me ha tocado con su pluma
su caricia líquida entre manos
vertió delicados hilos
en mi pecho.
Sus dedos ascienden
en  dirección a
 los cuatro puntos cardinales
de mi cuerpo
¿Quién percibe mejor la luz etérea
sino el pájaro que ya fue vuelo?
Entre los hombres
nadie que menciona la claridad
puede sospecharla siquiera
sino colgando de un péndulo
abismal.
Entonces el hombre
vuelve a ser aquel viaje
que apuntaba
hacia la cima del monte Everest
lleva sus pies a pesar
de saber
que el pesado tiempo
se aligera
cuando está cerca del fin.
Del ser condenado a morir
 sólo queda un  bosquejo
ingrávido como huella
que ha tocado el cielo
y sabe que por fin
alzará  los brazos
en un grito pletórico de triunfo
Mientras tanto sueña-

Beatriz Osornio Morales


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